sábado, 30 de abril de 2011

Correspondencias

La Naturaleza es templo donde vivos pilares
dejan salir a veces sus confusas palabras;
por allí pasa el hombre entre bosques de símbolos
que lo observan atentos con familiar mirada

Como muy largos ecos de lejos confundidos
en una tenebrosa y profunda unidad,
vasta como la noche, como la claridad
perfumes y colores y sones se responden

Hay perfumes tan frescos como carnes de niños,
dulces como el oboe, verdes como praderas,
y hay otros corrompidos, ricos y triunfantes.

que la expansión poseen de cosas infinitas,
como el almizcle, el ámbar, el benjuí y el incienso,
que cantan los transportes del alma y los sentidos
Charles Baudelaire



1 comentario:

  1. Esa pluma es maravillosa y me parece tan frágil que en cualquier momento se puede caer. Un abismo para ella.
    No conocía el poema de Charles Baudelaire, te la robo en cualquier momento.

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